Casi un centenar de ballenas piloto ya han sido rescatadas luego del masivo varamiento de Tasmania

A pod of whales, believed to be pilot whales

Rescuers believe a third of about 270 whales stranded off Tasmania have already died. (AAP) Source: AAP

Los rescatistas trabajan contra el tiempo intentando salvar a los últimos ejemplares vivos. Los científicos aún buscan explicaciones al varamiento de 470 ballenas piloto en la costa oeste de Tasmania, Australia.


Rescatistas y voluntarios ya han liberado a 94 ballenas después de un varamiento masivo en la costa oeste de Tasmania, que involucró a más de 470 cetáceos. 

Unas 60 personas trabajaron duramente para liberar otras 18 ballenas de un banco de arena en el puerto de Macquarie, cerca de Strahan, el día de ayer. 

Hasta ahora se han rescatado 88 mamíferos, sin embargo, se espera que para el final de esta jornada se puedan liberar 12 ballenas más.


Puntos destacados:

  • 470 ballenas piloto vararon esta semana en la costa oeste de Tasmania.
  • Hasta ahora se han liberado a 94 especímenes y se espera que se puedan liberar unos 20 más.
  • "Normalmente los grupos de ballenas están liderados por uno o dos individuos, y si estos quedan varados, el resto del grupo les sigue y varan también", dice la microbióloga marina Eva Fernández.

Las condiciones climáticas han dificultado el trabajo de los rescatistas. Fuertes vientos y una lluvia persistente, así como a la carga emocional de observar a cientos de ballenas muertas, ha representado un duro desafío para todos aquellos que han concurrido a dar una mano.

Esta mañana el Servicio de Parques y Vida Silvestre de Tasmania actualizó el número de ballenas muertas dando una cifra de 350 especímenes.

Anteriormente se estimaba que 380 de las 470 ballenas piloto descubiertas, varadas entre el lunes y el miércoles, habían muerto.

Los rescatistas están ahora seleccionando a los ejemplares que tienen más posibilidades de sobrevivir para centrar sus esfuerzos en ellos.

No solo las condiciones climáticas de la isla de Tasmania son un problema para el personal de ayuda, sino también la accidentada geografía del puerto de Macquarie en donde sucedieron los varamientos. Arenales, aguas superficiales y mareas que, no solo son influenciadas por los ciclos lunares, son parte de los problemas que deben afrontar en este titánico esfuerzo de conservación.
Members of a rescue crew stand with a whale on a sand bar near Strahan, Australia.
Members of a rescue crew stand with a whale on a sand bar near Strahan, Tasmania. Source: POOL The Advocate
Hoy comenzó también la tarea de contener y eliminar los cientos de cadáveres de ballenas esparcidos por el puerto. La idea es crear corrales que se utilizarán inicialmente para impedir el desplazamiento de los cadáveres por la acción del viento y las mareas.

Todavía se está discutiendo el método más apropiado de recogida y eliminación, y las autoridades se están poniendo en contacto con las piscifactorías locales y el CSIRO para determinar el mejor curso de acción.

Sin embargo, algunos científicos presentes en el lugar han dicho que la mejor idea sería dejar que los cuerpos se depositen en el fondo del océano para que otros animales y organismos se alimenten de ellos.

Por otra parte, los rescatistas creen que tendrán que sacrificar a algunas ballenas que no podrán ser rescatadas pues no tienen muchas posibilidades de sobrevivir.

Los expertos aún están tratando de determinar qué causó el varamiento masivo, que es el mayor registrado en Tasmania desde que se realizan registros de estos fenómenos.

La doctora en microbiología marina de la Universidad Técnica de Sydney, Eva Fernández, dice a los micrófonos de SBS Spanish que es difícil determinar las causas del varamiento. Sin embargo, para la científica española una razón plausible puede deberse a una desorientación de grupo, ya que estas ballenas piloto crean fuertes lazos entre los individuos que componen su grupo.

"Normalmente los grupos de ballenas están liderados por uno o dos individuos, y si estos quedan varados, el resto del grupo les sigue y varan también", dice Eva Fernández.
Authorities are racing to save a pod of whales stranded in Tasmania.
Authorities are racing to save a pod of whales stranded in Tasmania. Source: Sarah Maunder/SBS News
La microbióloga marina agrega también que las accidentadas costas de Tasmania y las condiciones climáticas y marítimas cambiantes del lugar, también podrían estar entre las causas de esta tragedia. La curiosidad de algunos individuos o el intento de seguir a algún cardumen para alimentarse, son otros factores a considerarse en el varamiento.

"Si los varamientos son individuales es porque uno de los miembros está enfermo o tiene alguna una herida. Pero si los varamientos son masivos, no se debe a enfermedad o heridas, sino a que los líderes del grupo, por el motivo que sea, se han desorientado o han quedado varados en la playa, y entonces el grupo los ha seguido", dice Fernández.

La contaminación acústica es uno de los problemas con que tienen que luchar las ballenas en todo el mundo. Los sonares, las prospecciones de combustibles fósiles en el fondo de los océanos o los ejercicios militares, crean ruidos que desorientan e incluso ensordecen a algunas ballenas, llevándolas a perder el rumbo y terminar lejos de sus zonas de migración o varadas en aguas poco profundas.

"Hay muchas causas derivadas de la actividad humana que afectan al varamiento de ballenas. La más importante, creo yo, es la contaminación acústica, pues las ballenas usan sus oídos para todo", dice la microbióloga.
A pesar del varamiento de estas ballenas piloto, en el último tiempo también se ha visto un incremento en el número de ballenas de otras especies, como las ballenas jorobadas. Esto representa una buena noticia para la conservación de estas especies, pero debemos ser precavidos, argumenta Fernández.

"No hay que olvidar que aún hay muchas especies de ballenas en peligro. A lo mejor hay poblaciones que en unas zonas están creciendo pero en otras zonas están en peligro. Así que hay que seguir con los esfuerzos. Pero yo quiero dar un mensaje positivo, porque sí que se puede ayudar a las ballenas y creo que ese es el mensaje con el que nos tenemos que quedar", dice la doctora en microbiología marina.

Recordemos que el lunes se descubrieron 270 ballenas varadas en el puerto de Macquarie y en Ocean Beach, Tasmania. Mientras que el miércoles se descubrieron otros 200 animales varados unos 5 kilómetros más adentro del puerto. Los esfuerzos por salvar a los últimos ejemplares vivos concluirían este fin de semana.

Escucha la entrevista presionando el ícono sobre la imagen principal.

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