Tensiones políticas y malestar de la población por prolongado cierre de fronteras en Australia por COVID-19

Sydney man visited a number of venues while infectious with COVID-19

Sydney man visited a number of venues while infectious with COVID-19 Source: Getty Images/ James D. Morgan

Australia sigue cerrada al mundo mientras la movilidad en el territorio está limitada por la pandemia de la COVID-19. Estas causan tensiones políticas y malestar en la población.


Unos 24,000 australianos están varados en el exterior por la pandemia de la COVID-19 y su retorno se hace imposible por el cierre de las fronteras, los altos costos de los billetes y la poca disponibilidad de vuelos, así como el límiteal número de entradas en Australia.

Dentro del país ocurre algo que era inimaginable antes de la pandemia, la libre circulación es difícil por los cierres de las fronteras interestatales.

Australia Occidental y Queensland son los más estrictos, mientras que Nueva Gales del Sur quiere que se permita el tránsito de las personas para reactivar la economía.


Puntos destacados:

  • El gobierno australiano anunció que se aumentará el número de entradas al país de residentes y ciudadanos australianos varados en el extranjero.
  • Se calcula que hay 24,000 residentes y ciudadanos australianos varados en el extranjero., de los cuales, 4,000 están en situación vulnerable.
  • El gobierno federal quiere reabrir las fronteras internas antes de la Navidad. Australia Occidental considera que no está listo para hacerlo, mientras Queensland defiende sus estrictas medidas de cuarentena impuestas a dos focos de COVID-19: Victoria y Nueva Gales del Sur. 

El estado de Queensland, en donde se celebran elecciones ha estado en la mira de las críticas por parte del gobierno federal, especialmente por el primer ministro, Scott Morrison, y del titular del Interior, Peter Dutton, cuyo electorado está en ese estado. 

Morrison instó este mes a la premier de Queensland, jurisdicción que celebra elecciones estatales el próximo mes y además es sede de una final de rugby, que permita a una mujer acudir al fineral de su padre, lo que fue entendido por Annastacia Palaszczuk como un acto de "bullying" o acoso.

Por su lado, Australia Occidental se desmarcó del consenso del Gabinete Nacional a principios de septiembre y anunció que no está listo para reabrir sus fronteras. Por el contrario, los siete estados y territorios restantes se comprometieron a intentar reabrirse y afinar el concepto de foco de infección o "hotspot" que es crucial para tomar decisiones respecto al control de las entradas y salidas en sus jurisdicciones.

Escucha el podcast presionando la imagen de arriba.


 


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